(En colaboración con CinemaNet)
¿Es posible que una película sobre música sea tan intensa como el mejor thriller de suspense? Después de ver “Whiplash” uno no puede más que responder con un rotundo “Sí”. La relación maestro-alumno entre el talentoso baterista de jazz Andrew Nieman y el estricto y experto profesor Fletcher acumula tanta tensión a lo largo del metraje que los títulos de crédito suponen toda una liberación de energía.
El primer tópico que desmonta la película es aquel según el cual el jazz es una música aburrida e intelectualoide. Todo lo contrario: los personajes de “Whiplash” se dejan la piel –literalmente- para lograr la perfección y llegar a triunfar. De hecho, la idea principal del film la resume en una frase el propio Nieman: “Prefiero morir borracho y que haya gente hablando de mí en una cena que vivir hasta los 90 años sobrio y que nadie me recuerde”. En pos de la fama, el baterista se autodestruye.
En este sentido, la cinta es una mirada nada moralista a lo que ocurre cuando un objetivo nubla la razón. Buscando emular a celebridades como Charlie “Bird” Parker, Nieman quema las naves de las que dispone, en una lucha por estar a la altura del tratamiento brutal que le impone su maestro. Entre las virtudes de la película está la ausencia de azúcar: ninguno de los dos protagonistas es “el bueno” o “el malo”, sino que la complejidad de la relación y las psiqués de los personajes se muestran tal cual. El juicio, si cabe, corresponde al espectador.
Otro punto a favor de la cinta es el trepidante trabajo de montaje y –como no podía ser de otra manera con este argumento- la música. Como colofón, los dos roles protagonistas están interpretados de forma magistral, de manera que no son los diálogos sino los gestos y las expresiones lo que permite echar una mirada al interior de Nieman y Fletcher. En definitiva, es una película respetuosa con la inteligencia del espectador y que además no solo se ve. “Whiplash” se vive.
FICHA TÉCNICA:
Título original: Whiplash
País: Estados Unidos (2014)
Dirección: Damien Chazelle
Intérpretes: Milles Teller, J.K. Simmons, Melissa Benoist, Paul Reiser, Austin Stowell
Guión: David Ayer
Música: Damien Chazelle
Fotografía: Sharone Meir
Duración: 103 min.