¿Cuántas veces hemos pensado, mirando un cuadro de arte contemporáneo, «bah, esto lo podría hacer mi primo de cinco años…»? Pues precisamente ese es el título de uno de los libros de Susie Hodge. Como nos parece que el asunto del arte de hoy en día es muchas veces poco comprendido, hemos querido hablar con alguien que sepa del tema. Susie ha escrito más de 70 libros, y como para El Prisma el idioma no es una barrera, hemos hablado con esta historiadora del arte inglesa.
Hace unos años, una trabajadora de un museo alemán “limpió” lo que ella consideró como suciedad de una obra de Martin Kippenberger. Cuando los directivos lo vieron dijeron que había destrozado esa obra, pero realmente ella no tenía ni idea de que eso fuera así. ¿Qué piensas de esta distancia que se da hoy en día muchas veces entre el arte y el público general?
De hecho en este caso incluso el artista lo encontró divertido -el arte se toma a veces demasiado seriamente. Todo el camino que lleva a la conclusión que dices lo inició Marcel Duchamp con su obra “Fuente” de 1917. Después, en los 60, Andy Warhol intentó hacer el arte más accesible a la gente que simplemente quería disfrutar del arte sin haberlo estudiado -y lo plasmó en el Pop-art. Actualmente esto ha llegado tan lejos que el arte a menudo son solamente ideas, y aquellos que quieren simplemente disfrutar mirando una obra de arte no pueden porque no entienden la filosofía que la obra lleva detrás. Esta no siempre es obvia.
En la historia del arte encontramos que siempre ha habido corrientes muy definidas, como el Barroco o el Impresionismo. ¿Podemos hablar de una corriente principal en el arte de hoy en día?
Los movimientos que mencionas solo recibieron ese nombre una vez hubieron pasado. Mientras el arte era contemporáneo, pocos podían ver un estilo distinto emergiendo. Un pintor del Barroco no sabía que pintaba pintura barroca. Lo mismo está pasando ahora -es difícil etiquetar las cosas mientras ocurren, pero a toro pasado es mucho más sencillo.

Avelina Lesper, una crítica de arte mexicana, dice que el arte contemporáneo es un fraude porque se sustenta en el mercado y no en la búsqueda estética. ¿Estás de acuerdo con esta visión?
El arte ciertamente es algo que ciertamente está de moda, particularmente en un periodo de crisis mundial en el que los márgenes de beneficio por obras de arte pueden ser en ocasiones realmente altos. Además, la cultura de la celebridad ha añadido un glamour añadido al arte y al coleccionismo de arte, pero no creo que se pueda concluir de ello que todo es un fraude. Hay muchos artistas que están trabajando con tanta convicción y devoción como cualquier gran artista de la historia.
¿Como por ejemplo?
Grayson Perry es un apasionado de su arte, igual que Steve McQueen cuando trabajaba como artista -ahora es director de cine. Y hay muchos más artistas que no venden su obra a altos precios pero que aún viven con pasión lo que hacen.

¿Cualquier objeto puede ser arte? Antes has hablado de “Fuente”, de Marcel Duchamp… ¿Un wáter arrancado y firmado es arte?
Un objeto puede ser arte si es presentado como tal por un artista y si lo percibimos como arte. Esto no implica menospreciar las habilidades tradicionales de los artistas, pero cuando Duchamp presentó “Fuente” estaba protestando contra los horrores de la primera Guerra Mundial e intentando que la gente se diera cuenta de lo que estaba ocurriendo realmente. A partir de ahí, muchos simplemente han seguido el ejemplo de Duchamp y realmente no se han movido de ahí, no han evolucionado. “Fuente” era arte, como lo son tantas otras cosas que los artistas presentan como tales. Si la idea es única y original, es arte, pero esto no significa que tenga que gustarte.
¿Puedes desarrollar un poco esta idea que apuntas del sentido de “Fuente”?
Duchamp exhibió su obra en 1917, cuando la Primera Guerra Mundial estaba en su punto álgido -por eso es importante tener en cuenta las fechas al mirar el arte. Duchamp y otros artistas con los que se juntó estaban horrorizados por la inhumanidad del hombre con el hombre en aquel tiempo. ¿Cómo podía una sociedad que se considera a sí misma civilizada producir arte bello y después ir y matar y mutilar al otro? Duchamp estaba protestando acerca de la vida contemporánea con ese water arrancado. Todo arte es un reflejo de su tiempo.
¿Podemos decir pues que en el arte contemporáneo el mensaje ha sustituido a la obra?
Exacto: el mensaje, o la filosofía que está tras el trabajo, es en muchas ocasiones más importante que el proceso práctico de creación artística

¿Hoy en día hemos de hablar de arte o de provocación?
Arte y provocación: las dos cosas. Esta es de nuevo la clave: si te hace pensar de un modo distinto, o reconsiderar algo, entonces puede ser arte. La gente se molesta porque crece pensando que el arte son solo imágenes bonitas en las que el artista ha demostrado capacidad técnica, y por eso se sienten molestos cuando ven algo que no les deja juzgar según estos parámetros. Pero el arte va mucho más allá de esto: puede tratar sobre filosofía, ideas, provocación, relajación, placer y mucho más. El hecho de que buena parte del arte contemporáneo no muestre habilidades, digamos, artísticas no socava al arte que sí las muestra. Es diferente.
¿Es así como hay que mirar obras como los spot paintings de Damien Hirst o los Concettos spaziales de Lucio Fontana, que el público general puede considerar un fraude? ¿Qué hay de cierto en esta visión, o prejuicio?
¿En qué manera son fraudulentos? En cada uno de estos casos alguien lo ha realizado y lo ha presentado como arte. Puede que no sean admirados, pero son arte. El mero hecho de que a mucha gente no le guste o de que las obras no muestren unas grandes habilidades técnicas no significa que no sean arte. La gente se enfurece con estas obras por su falta de habilidades tradicionales y les dan a estas una importancia mayor de la que habrían de tener. Son arte, por supuesto, pero en una categoría diferente a la de, por ejemplo, un cuadro de Rembrandt o una escultura de Miguel Ángel. Y por tanto, deben ser juzgados de acuerdo a esta categorización distinta.
¿A quién pertenece el arte?
El arte pertenece en primer lugar al artista, pero cuando él o ella lo presenta al público, entonces cualquiera tiene permitido expresar su punto de vista. El arte en los museos y galerías públicas pertenece a la nación, o al mundo -en las galerías privadas, pertenece a su comprador, claro. Los críticos pueden dar su opinión, pero eso no significa que el arte les pertenezca.

¿Qué opinas sobre el videoarte? ¿Pueden obras como “24 horas de Psicosis”, de Douglas Gordon, ser consideradas también arte?
Todo arte que nos haga pensar y prestar atención es arte, ¿por qué debería ser diferente por ser en video? Simplemente porque los artistas del pasado no pudieran usar videos no significa que no puedan ser utilizados para el arte hoy. También el óleo fue una vez nuevo. El punto con la obra que propones es que Gordon hizo que la gente que lo veía pensase diferente sobre cosas familiares -en este caso, la película de Psicosis-, y esto es lo importante.
Tu próximo libro lleva un título muy sugerente: “How to look at Art” (“Cómo mirar el arte”). ¿Puedes darnos alguna pincelada sobre cómo mirar el arte contemporáneo cuando vamos a un museo?
Mira alrededor -¿qué más hay allí? Mira los nombre, fechas y nacionalidades de los artistas e intenta encontrar si estaba ocurriendo algo allí en ese lugar. El Pop-art, por ejemplo, surgió como reacción a la explosión del consumismo tras la Segunda Guerra Mundial. También hay que preguntarse si el artista sufrió personalmente. Todo lo que puedas encontrar que pudo haber afectado al artista te ayudará a comprenderlo. ¿Te dice algo a ti esa obra? ¿Te afecta de algún modo? Tu punto de vista añadirá algo a la obra que el artista no pudo haber anticipado. Recuerda que una vez expuesta al público, las opiniones de los espectadores importan. Y no menosprecies la obra si no puedes ver habilidad técnica, porque la idea es en muchas ocasiones lo importante y lo que nos hace pensar. Pero por encima de todo, ¡relájate y disfrútalo!