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«Para decir que Jesús no existió habría que explicar todas las fuentes que prueban que sí» Mn Armand Puig

Jesús de Nazaret. ¿Existió o es solo un cuento, o un mito? El mossen Armand Puig, decano de la Facultad de Teología de Cataluña, ha estudiado a fondo el tema y nosotros hemos querido hablar con él. Aquí os dejamos con la entrevista.

(foto: Europapress)
(foto: Europapress)

Usted da por hecho que Jesús existió, pero esto no es tan evidente para muchos… ¿En qué se basa para decirlo?

Nosotros tenemos unas cuantas fuentes antiguas que demuestran la existencia de Jesús. La primera evidentemente son los evangelios cristianos. Aquí alguien podría decir “hombre, es que esa es una fuente interesada…”. Bien, pero de lo que nadie duda es de que es una fuente del siglo I. Por tanto, si dudamos de esta, hemos de dudar de todas. Es cierto que es una fuente interesada, pero eso no le quita su valor histórico. Del mismo modo que cuando analizamos una fuente sobre Alejandro Magno o sobre César, hay que hacer un análisis crítico para ver si lo que dice esa fuente se aguanta o no. Segundas fuentes además de los evangelios: fuentes judías, fundamentalmente el historiador Flavio Josefo. Él habla de un profeta que existió al que mataron las autoridades de la época, que predicó la armonía y el bien… Y dice el nombre: “Jesús llamado el Mesías”.

¿Qué dice Flavio Josefo de Jesús?

Hace una aproximación menos completa que los Evangelios a la vida de Jesús pero que en el fondo es más interesante en la medida que es una fuenta externa al grupo cristiano. Después también hay fuentes romanas: Tácito, Suetonio… que dicen poca cosa, solo que Jesús fue ejecutado en tiempo de Poncio Pilato y que lo crucificaron. Solo dicen eso pero de nuevo son importantes porque nos dicen que existió, igual que el propio Corán. En definitiva, las fuentes que dan más información acerca de Jesús son las cristianas, que obviamente son las más interesadas en su vida, pero también hay otras fuentes. Afirmar que Jesús no existió es muy cuestionable, porque si uno dice eso ha de explicar después cómo interpreta todas las fuentes antiguas que dicen que existió.

El siguiente paso es preguntar si, además de existir, dijo e hizo lo que se le atribuye en los evangelios…

La Iglesia tiene una tradición de 250 años de exégesis crítica, es decir, gente que se ha preocupado por la vida de Jesús, sus palabras y sus hechos. Esto ha llevado a unos resultados críticamente seguros. No todo el mundo piensa lo mismo, obviamente, pero podemos llegar a unos datos históricamente válidos sobre los ejes básicos de la vida de Jesús tanto en palabras como en obras. Lo que dicen los evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas) sobre Jesús es, en un porcentaje alto, correspondiente a la realidad.

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¿Pero esto cómo se puede saber? Porque también cabe la posibilidad de que se lo hubiera inventado alguien…

La hipótesis del invento –los que dicen que después de su muerte los apóstoles empezaron a poner en boca de Jesús cosas que no dijo- se puede hacer siempre, pero aplicamos un método histórico crítico que nos ayuda a leer los evangelios. Por ejemplo, “Si alguien te pega en una mejilla, pon la otra”. Esto es tan fuera de toda idea que lo tuvo que decir alguien que supiera de qué iba. O por ejemplo, la historia del rey que perdona 10.000 taliones a su criado. 10.000 taliones. Esto es una historia absurda. Por eso, como es una historia que se sale de lo ordinario, de la vida de cada día, es posible que venga de alguien con una idea muy precisa. Es el argumento de la discontinuidad, y hay otro que es el de la coherencia. También está el de la fuente triple o doble. Por ejemplo, otro texto, el del hijo pródigo. El padre tenía dos hijos, uno se marcha y el otro se queda, y al cabo de un tiempo el que se había marchado regresa hambriento y arrepentido, suplicándole a su padre. Él no le recrimina nada y celebra una fiesta en su honor. Esto ha de venir de alguien. Cuando tenemos una gran perla sobre la misericordia, sobre el perdón, sobre la compasión, sobre el respeto al más pequeño… todo esto al final es evangelio.

¿Por qué no sabemos nada de Jesús hasta que cumplió los 30 años?

Porque hasta entonces su vida fue monótona. Antes de los 30 años no pasó nada fuera de lo común, hasta su bautizo por Juan en el río Jordán. En estos 30 años de hijo del carpintero, Jesús leyó la Escritura, se convirtió en hombre de oración, aprendió cosas de la vida… Entonces, cuando se puso a hablar fue como destapar una fuente de la que salía agua a raudales.

Pero dentro del evangelio están también los milagros, ¿cómo los justifica desde el punto de vista histórico? La multiplicación de los panes y los peces, por ejemplo.

Pues cojamos este mismo. Sorprende que este hecho aparezca en los evangelios hasta seis veces (Mateo y Marcos dos veces cada uno, Juan y Lucas, una). ¿Qué quiere decir esto? Sencillamente porque es un hecho espectacular, que dejó un rastro enorme en la tradición, pero además es un hecho que tiene un gran sentido en la vida de Jesús. De uno que se haga llamar Mesías se esperaban milagros de carácter político (que los romanos queden fulminados, que caigan las murallas de Jerusalén…), pero el milagro de Jesús lo único que hace es dar comida a gente que no tenía. Esas personas, sin embargo, volverían a tener hambre al día siguiente, por tanto, es un milagro poco ambicioso, que resuelve una cosa aparentemente de un día. Pero atención, Jesús como Mesías no promete una derrota de los romanos, sino asegurar comida para todos, y que lo hagan en un ambiente de fraternidad. La fuerza está en que el gran signo mesiánico es comer juntos y la fraternidad.

Y el otro punto difícil, además de los milagros, es el de la divinidad de Jesús de la que él mismo hablaba…

Jesús afirma que tiene una relación personal y directa con el Padre, y esto lo dice de muchas maneras. Una relación de este tipo la puedes expresar en términos de Hijo de Dios, pero uno no es Hijo de Dios por que se engendró mágicamente –eso no tiene sentido-, sino porque tiene una relación con Dios Padre de tal intensidad que es única. Por eso es Hijo de Dios y nosotros somos hijos de Dios, porque estamos llamados a tener una relación de igual intensidad en la medida de lo posible.

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Ya, pero esto ¿se puede llegar a demostrar por la razón?

Se puede llegar a demostrar en la medida en que Jesús habla de Dios en unos términos que son extremadamente sorprendentes. Por ejemplo, ¿Dios no era aquél que cogía a los buenos y castigaba a los malos? Pues en una parábola (en Mateo 5) se dice que Dios es aquel “que hace llover y salir el Sol sobre justos e injustos”. ¿Es verdad esto? Sí. Por tanto, Dios es padre de todos. Dios no es una especie de distribuidor de gente, es padre de todos. Esta forma de hablar de Jesús no es tan evidente, es más cómoda la otra. ¿De dónde ha salido esta forma de expresarse? De alguien que estaba muy seguro y que lo formulaba en términos casi de demostración: “¿Acaso no llueve? Sí ¿Acaso no sale el Sol sobre todos? Sí. Pues ama a tu enemigo”. O cuando Jesús dice “Dios te perdona”. ¿Quién es él para decir eso? Alguien que conoce muy bien a Dios. Jesús habla de Dios de una manera tan extraordinaria y tan bonita y tan diferente que ha de haber una conexión de gran intimidad con el Padre, y por eso la expresión Hijo de Dios no es un brindis al sol.

¿Se puede considerar desde un punto de vista histórico el dogma de la virginidad de María?

Podemos demostrar la maternidad de María porque Jesús existió (y que exista el hijo implica que existe la madre). La respuesta que da el ángel a la pregunta de María excluye una paternidad biológica de San José, esposo de María. El ángel le dice que dará a luz al Hijo de Dios, y que “para Dios no hay nada imposible”. Esta explicación, no obstante no es histórica, ni matemática, ni biológica. Pero el combate acaba en tablas, porque la ciencia no puede decir que los únicos argumentos posibles son los científicos.

Un tema que levanta polémica es la relación entre Jesús y María Magdalena, por libros como los de Dan Brown…

Jesús y María Magdalena eran amigos, sí. Se querían. Pero no eran marido y mujer; de hecho, no tenemos ninguna evidencia histórica de que Jesús se haya casado. Es extraño porque en la época de Jesús lo normal era casarse. Aún así, con el Evangelio en la mano, yo creo en la igualdad de los sexos. Lo que nos muestra el Evangelio con Jesús y la Magdalena es una amistad del siglo XXI.

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¿Cómo se explican los momentos del Evangelio en que Jesús aparece solo, como los de las tentaciones en el desierto?

Porque Jesús se lo tuvo que contar a sus discípulos. Pero por ejemplo, en el caso de las tentaciones en el desierto, cuando el demonio le dice que convierta la piedra en pan, Jesús contesta: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Aunque Jesús no les hubiera contado esto a los discípulos, esta respuesta encaja con el mensaje de Jesús. Si nos hacemos la pregunta ¿Jesús es uno que se dedica a decir que el hombre vive para comer? es evidente la respuesta. Entonces, en este caso podríamos llegar a pensar que la materialidad del hecho no es de Jesús, pero el contenido, sí. O sea, hay que mirar si encaja con el resto del Evangelio, si hay coherencia. Un ejemplo de esto, ¿Jesús dijo “Qui la fa, la paga”?

No creo.

¿Ves? Aunque no conoces los evangelios de memoria ya ves que algo no encaja. En cambio, si te digo “Quien está a mi lado está cerca del Reino”. ¿Dijo Jesús eso?

Sí, tiene pinta.

Pues ese fragmento es de un evangelio apócrifo. Pero yo pienso que es de la tradición de Jesús, porque corresponde exactamente con lo que Jesús dijo. Son cosas de los evangelios apócrifos que encajan. A veces –pocas- en estos evangelios encontramos hilillos que parten del siglo I y llevan, por tanto hacia Jesús. Estos están en el evangelio de Tomás, por ejemplo, en el que de 113 logions, 8 podemos incluirlos en la tradición. El resto son repeticiones o cosas que no pueden ser de Jesús.

¿Cosas que no pueden ser de Jesús? ¿Cómo cuales?

En algunos de estos evangelios apócrifos aparece como de joven Jesús convierte unas figuras de barro en aves voladoras. Esto es una tontería, no coincide, porque Jesús no hace ningún milagro que no sea por el bien de una persona. Si un evangelio dice que Jesús hace magia, eso no es un milagro, es un prodigio. Un milagro es para el bien de alguien.

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¿Cuál es el criterio para seleccionar qué evangelios son apócrifos y cuáles no?

Los evangelios no canónicos o apócrifos son posteriores al siglo I. Tanto Mateo como Lucas, Juan o Marcos son del siglo I, y por tanto más próximos a Jesús. Además, estos cuatro se acercan al Misterio pero no lo pisan, mientras que en los evangelios apócrifos normalmente no lo respetan. Por ejemplo, en el evangelio de Pedro se dice -en el pasaje de la Resurrección- que dos hombres bajaron del Cielo, tomaron a Jesús uno por debajo de cada axila y lo levantaron hacia las nubes. Este evangelio quiere explicar cosas inexplicables.

Para terminar, si lo que dicen los evangelios se corresponde con lo que dijo e hizo Jesús, ¿por qué confiar en él?

El problema es que Jesús de él mismo dice muy pocas cosas. Hace muchas que hacen pensar en algo más, pero no dice. Por ejemplo, cuando uno le interpela diciéndole “Maestro bueno”, él responde diciendo “¿bueno? aquí el único que es bueno es el Padre”. O también escapa cuando la turba le persigue queriendo hacerle rey. Y lo que hace creíble a Jesús es la cruz. ¿Por qué Jesús acepta la cruz? ¿Por qué no se desclava y baja del madero? En ningún momento Jesús se postula como un revolucionario tipo Fidel Castro ni como uno que renuncia a su proyecto. Él va hasta el final, a partir de ahí depende de ti.

Acerca de Guillermo Altarriba