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«Estuvimos con ellos hasta que desaparecieron, una ola mató a las 132 personas» P. Kenneth (II)

GUILLERMO ALTARRIBA/ JAUME VIVES – En la primera parte de la entrevista el P. Kenneth nos explicaba por qué decidió marchar de Nigeria a Inglaterra y todo el calvario que tuvo que sufrir para conseguir cruzar la frontera con España. En esta segunda parte nos cuenta su viaje en patera desde Tánger a España y su vida aquí.

¿Desde dónde saliste?

Salimos desde Tánger y fuimos rescatados en Tarifa, desde donde nos llevaron a Algeciras.

¿Cuántas personas salisteis?

En mi patera había 98 inmigrantes y salía otra patera al mismo tiempo con 132 inmigrantes.

¿Llegaron las 2 pateras a España?

Desafortunadamente no. La patera con 132 inmigrantes no llegó, todos murieron.

¿Vosotros lo visteis?

Sí. Estuvimos con ellos hasta el último momento.

La última cosa que recuerdo es ver durante unos segundos una mano agitarse entre la ola

¿Qué pasó?

De repente se les paró el motor y nosotros estuvimos dando vueltas a su alrededor para animarles. Estaban llorando y desesperados. Estuvimos con ellos hasta que llegó la ola que les borró del mapa. Estás hablando con una persona y de repente desaparece. La última cosa que recuerdo es ver durante unos segundos una mano agitarse entre la ola y después ya no quedaba rastro de nada, el Atlántico se los había tragado. Murieron los 132, y te das cuenta que la vida no es nada.

Cuando tú viniste a España no eras sacerdote, ¿qué hace que abandones la idea de ser abogado en Inglaterra? ¿lo decidiste en la patera?

En la patera le dije al Señor que si me sacaba de esa yo le entregaría mi vida. Todos los que estábamos en la patera le hicimos esa promesa a Dios, pero la verdad es que no fue en ese momento cuando le di mi sí al Señor. Normalmente uno dice muchas cosas, pero cuando ves que estás libre y que te has salvado, vuelves a vivir como vivías antes.

Llevaba una vida normal hasta que el Señor vino y me pescó

¿Cómo continuaste con tu vida en España?

Llegué a Murcia decidido a vivir mi vida. Tuve una novia y vivía la vida como la pueden vivir otros jóvenes. Pasaba algunas noches en la discoteca. Llevaba una vida normal hasta que el Señor vino y me pescó, y aquí estoy.

¿Cómo te pescó?

Por medio de un sacerdote. Un día entré en la iglesia y este sacerdote en mitad de Misa me invitó a rezar en mi dialecto y me acogió muy bien. Poco a poco surgió una relación de confianza y empecé a cuestionarme cosas. Me preguntaba: “¿cómo puedo no vivir como este hombre después de tantas cosas que Dios ha hecho por mí?”.

¿Cómo lo vivió tu familia?

Mi entrada a la Iglesia se debe a la gracia de Dios a través de mi madre. Ella me preguntaba siempre si yo iba a la iglesia y le mentía y le decía que sí. Pero al cabo de un tiempo me cansé de mentir y decidí entrar en una. Y el mismo día que entré fue el mismo día que me encontré con este sacerdote.

¿Entraste en el seminario?

Sí, pero al principio no tenía claro que tuviera vocación. Y tuve que repetir otro año y al final del segundo curso fue cuando decidí dar el paso.

¿Cuánto hace que eres sacerdote?

Dos años.

De lo que está pasando ahora en el Mediterráneo que están muriendo tantos inmigrantes, ¿qué piensas?

Mira, hay muchas cosas que están pasando en el mar. La mayoría de los gobiernos cierran los ojos como si no estuviera pasando nada. Y solo últimamente parece que algunos han empezado a reaccionar un poco. Detrás de la muerte de los inmigrantes se cruzan los intereses personales y los intereses de los estados.

¿Personales?

Uno tiene que preguntarse por qué esa gente deja sus hogares, sus familias. Muchos no se sienten protegidos, buscan una vida mejor. Ya sea para ellos o para sus familiares. Y luego hay guerras, sitios horrorosos en los que nadie querría vivir.

Nosotros no producimos armas, pero Nigeria está llena de armas, ¿de dónde proceden?

Os daré un dato curioso, en mi país –Nigeria- no hay armas. Nosotros no producimos armas, pero Nigeria está llena de armas, ¿de dónde proceden? De aquí, de Europa, y principalmente de España. Cuando hablamos de Derechos Humanos queda muy bien, pero cuando vas a mi país te das cuenta que no hay nada de nada, que lo único que buscan los que tanto se llenan la boca con estas palabras son sus propios intereses. Nos venden las armas, y estas armas no terminan en el Gobierno, terminan en manos de los terroristas.

Este es el motivo del éxodo de los inmigrantes. Y seguirá así hasta que los gobiernos de Europa dejen de colaborar con los gobiernos corruptos de mi país y vayan allí a formar a la gente.

¿Qué pasa con los gobiernos corruptos en tu país?

Ellos tienen cuentas bancarias en Europa y viven a costa de su pueblo. Los de aquí lo saben pero cierran los ojos hasta que se empeoran las cosas. Y cuando empeoran quizás España da un millón de euros a un país como Kenia o Burundi y el mismo presidente al día siguiente coge ese dinero y lo pone de nuevo en un banco.

¿Y por qué les siguen dando dinero?

Son cómplices de este engaño. Pero bueno, al final, la única justicia de verdad, que no es ficticia, es la de Dios.

Me dedico a dar conferencias a la gente para que se saquen de la cabeza la idea de ir a Europa a buscarse la vida

¿Qué les dirías a tantos inmigrantes que a diario dejan sus vidas en el mar para llegar a España a conseguir una vida mejor?

Cada vez que voy a Nigeria me dedico a dar conferencias a la gente para que se saquen de la cabeza la idea de ir a Europa a buscarse la vida. Pero eso es muy difícil, porque por muchas cosas que tú les puedas decir, los que sufren y lo están pasando mal al día siguiente ya están de camino. Es una tarea muy difícil, hacemos lo que podemos, y lo dejamos en manos de Dios.

Acerca de Jaume Vives Vives