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El precio a pagar

Joana Vives/ Barcelona

Joseph Fadelle. El Precio a pagar

Madrid, Rialp, 2ª ed. 2012

El libro que hoy os proponemos es el proceso de conversión al cristianismo de Mohammed Moussaoui, musulmán iraquí perteneciente a una familia notable de Bagdad, narrado por él mismo.

Mohammed, Joseph tras ser bautizado, nos narra el calvario que vivió tras su conversión al cristianismo, aunque no por ello renunció a la fe cristiana, aun en medio de los mayores horrores, de las más atroces torturas, de la persecución y del intento de asesinato por parte de su propia familia.

En la vida de Joseph Fadelle se cumplen aquellas terribles y a la vez consoladoras palabras del Evangelio de San Lucas: “Seréis entregados incluso por padres y hermanos, parientes y amigos, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán a causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá. Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.” (Lc 21,16-19).

El relato se inicia en 1987 cuando Mohammed tiene que cumplir el servicio militar en Basora bajo el régimen de Sadam, quien en esos momentos se encuentra en conflicto con Irán. En el cuartel conoce a un campesino cristiano de 44 años, Massoud. Será a través de Massoud que abrazará la fe cristiana. Siguiendo su consejo, empezará a profundizar en el Corán y en la vida de Mahoma, tras lo cual los fundamentos y las verdades sagradas del Islam se van desmoronando y se encuentra de repente, sin referentes. Massoud le deja los Evangelios y Mohammed se siente fuertemente atraído por la persona de Jesucristo. Sabe que su vida, a partir de ese momento, nunca volverá a ser igual. Le comunica sus sentimientos a Massoud y pensando darle una gran alegría, se sorprende cuando recibe un insulto: “Eres un insensato… te matarán… en este país no se puede cambiar de religión…” Promete guardar el secreto y no contar nada a su familia.

Tras cumplir el servicio militar, Mohammed regresa a Bagdad, haciéndosele insoportable la doble vida que se ve obligado a llevar: musulmán entre los suyos, pero anhelando el bautismo para ser cristiano.

A principios de 1992, la familia prepara su matrimonio. Su nueva vida de casado, le complicará aún más las cosas. Cuando nace su primer hijo, Azhar, no se ve capaz de seguir engañando a su esposa y le explica que los domingos va a misa y que está ansioso por hacerse cristiano. Poco a poco, su esposa empieza a interesarse por la persona de Jesucristo y acompaña a Mohammed los domingos a la iglesia.

Un día de junio de 1997, la familia de Mohammed lo secuestra, metiéndolo en el maletero de un coche, llevándolo en presencia de la máxima autoridad chiíta de Irak, el ayatolá Mohammed Sadr, quien dicta una fatwa contra él. Permanece 16 meses encarcelado en la prisión más temible de Bagdad.

Su familia, aprovechando su cautiverio, le confisca su documentación y todo su dinero, quedando en una situación de total dependencia. Joseph sabe que la única solución es huir. El país elegido es Jordania, aunque su familia logra encontrarle; finalmente se verá obligado a huir a Francia, pues sabe que en ningún país de Oriente hallará la paz y la seguridad. Llega a Francia con su esposa y sus dos hijos en 2001. Actualmente goza de la ciudadanía francesa.

Dejemos que sea el mismo Joseph, quien nos manifieste sus sentimientos, con los que pone punto final al relato:

 “En cualquier caso, lo que más me cuesta aceptar es que la causa de todos mis males haya sido mi familia. Cada día lucho contra esa amargura que sé perfectamente que no es cristiana… Sin duda, eso es lo más difícil que Cristo me pide hoy: amar a mis enemigos. Si no se tienen, puede parecer fácil; pero cuando hay personas que han dejado su huella en tu carne, entonces al creyente le llega la auténtica prueba, la que demuestra si realmente es cristiano. Sentir que aún guardo dentro de mí ese rencor constituye un verdadero sufrimiento, una espina en mi fe. Pero a ese precio valoro yo mi pertenencia a la religión que libremente he decidido abrazar.”

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