(En colaboración con CinemaNet)

Cuando, sucio de barro y sangre, el sargento Wardaddy (Brad Pitt) le espeta al recién llegado recluta Norman (Logan Herman) la sentencia “¿duele, verdad? Se llama guerra”, está revelando al espectador la clave de lectura de la película. En “Corazones de acero” se narra el devenir de cinco soldados estadounidenses en la Alemania de 1945, en los últimos días de la 2ª Guerra Mundial a bordo de un tanque apodado “Fury”.
Es una historia de guerra sucia, gris y crepuscular, pero no exenta de épica. Los personajes que habitan el “Fury” son soldados cansados de muchas batallas y en su mayoría cínicos, excepto el apodado “Biblia” (interpretado por un bigotudo Shia LaBeouf). Es curioso que el rol protagonista que interpreta Brad Pitt sea radicalmente opuesto al que tenía en su otra gran película bélica, “Malditos Bastardos”. Lo que allí Tarantino trataba de forma lúdica adquiere aquí un tinte sombrío: la guerra de “Corazones de acero” es una máquina de desolación.

En este escenario, entre los disparos de las ametralladoras y el avanzar de las orugas de los carros de guerra, brillan con mucha más fuerza tres o cuatro destellos de humanidad. En cierto modo, la película usa el contraste para resaltar los instantes de piedad o la amistad que se forja en el habitáculo del tanque: en medio de la deshumanización absoluta el amor o la misericordia se revelan como lo auténticamente humano.
En el plano técnico, la película se desenvuelve de forma notable. Las secuencias de acción y las batallas a bordo de los tanques que salpican el film (al fin y al cabo, es cine bélico) están resueltas con muy buen pulso. Por otra parte, la banda sonora acompaña como un guante a la atmósfera visual de la cinta, uno de sus grandes aciertos. No hay colores brillantes sino tonos tierra y grises que contribuyen a hacer de la guerra algo brutal sin descuidar un toque estético.

En este sentido, es cierto que la película se debe a su condición de superproducción de Hollywood y está algo atenuada: la Alemania de “Corazones de acero” es cruel, pero no llega al límite de lo desagradable; las batallas son cruentas, pero mantienen la épica; los personajes son mezquinos y complejos, pero no desagradarán al patriota estadounidense.
En definitiva, y más allá de estos detalles, “Corazones de acero” quiere ser una experiencia diferente al resto del cine bélico. El tratamiento de los cinco personajes principales y la visión propia de la que hace gala el director, David Ayer, son los elementos que dan valor a la película y permiten extraer reflexiones propias sobre la historia de los soldados del “Fury”.
FICHA TÉCNICA:
Título Original: Fury
País: Estados Unidos (2014)
Género: Bélico, acción, drama
Dirección: David Ayer
Intérpretes: Brad Pitt, Logan Herman, Shia LaBeouf, Jon Bernthal, Michael Peña, Xavier Samuel, Scott Eastwood
Guión: David Ayer
Música: Steven Prince
Fotografía: Roman Vasyanov
Duración: 128 min.