INAS BENGURÍA ROCA.- Leo en ‘Europa Press’ una columna firmada por Esther Esteban sobre las mujeres en el Estado Islámico. Muchos cristianos de Siria e Irak han sufrido el secuestro de una madre, una hermana, una esposa o una hija.

Mujeres del Estado Islámico
(Esther Esteban)
“Es siempre preferible que una mujer permanezca «escondida» o que esté «protegida de la sociedad» con un velo. La casa es su lugar natural y sólo deben salir de ella «en circunstancias excepcionales». De los siete a los quince años, el principal foco será la enseñanza religiosa. La edad legítima para contraer matrimonio serán los nueve años, y en todo caso no más tarde de los 16 o 17, cuando aún son «jóvenes y activas»… Estos son -según una información del periodista Carlos Fresneda- algunos de los principios que rigen la vida de las «Mujeres en el Estado Islámico», y así queda reflejado en un documento asociado con la milicia femenina Brigada Al-Khanssaa en Siria que ha circulado por varios foros del mundo árabe.
Decir que para estos salvajes, que queman vivos a sus enemigos, la mujer es menos que nada no es nada nuevo, pero conviene ver cómo lo argumentan y cuáles son sus técnicas para conseguir captar a jóvenes de Occidente que, aun habiendo nacido y crecido en democracia y con libertad, se unen a sus filas, abducidas por falsos paraísos lejanos. En dicho documento a modo de propaganda se lanza un auténtico panfleto antifeminista: «El modelo preferido por los infieles ha fallado desde el momento en que las mujeres son «liberadas» de la célula de la casa. Las mujeres que van al trabajo toman ideas corruptas y creencias equivocadas que ocupan el lugar de la religión» señala…”
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Puedes leer la columna entera aquí (blogs de Europa Press)