(En colaboración con CinemaNet)

El último drama de Alejandro González Iñárritu presenta a Michael Keaton en el papel de Riggan Thomson, un actor de Hollywood que se hizo famoso en la década de los 90 por interpretar a un superhéroe disfrazado de pájaro, Birdman. Años después, Thomson se encuentra en Nueva York con un proyecto para recuperar su prestigio y su carrera: una ambiciosa obra de teatro en Broadway entre cuyas bambalinas se desata una lucha de egos entre los protagonistas.
Por más incómodo que resulte escribir una reseña sobre una película en la que se tilda a los críticos de vagos resentidos incapaces de crear, lo cierto es que “Birdman” sobresale en forma y fondo. Sobre lo primero, la película está montada como si fuera un larguísimo y espectacular plano secuencia –es decir, sin cortes ni cambios de plano- que se extiende a través de los días. Respecto al fondo, destaca porque Iñárritu despliega una cuadrilla de personajes complejos y alienados que pueden dar pie a diversas reflexiones.

Hay quien dice que “Birdman” es una película sobre las segundas oportunidades, pero no es cierto. Es más bien una historia triste sobre un hombre –el encarnado por Keaton– fuera de sí, que busca la grandeza pero se queda en la miseria. Un personaje que quiere ser feliz como cualquiera de nosotros y por ello está inquieto, desesperado, pero que tiene el punto de mira mal enfocado. En su lucha por revivir la gloria y la fama de sus días dorados, Thomson se pierde irremediablemente.
Más allá de esto, juega a favor de “Birdman” el hecho de que la construcción de personajes no se limita al protagonista de la función. Cada una de las psiques a las que ponen cara y alma Edward Norton, Naomi Watts o Emma Stone tiene su propia lucha y su propio conflicto. Una historia en la que actores interpretan a actores y en la que, más allá del metajuego, hay reflexión sin moralina.

No es, en definitiva, una película sencilla ni masticada. “Birdman” te zarandea y en ocasiones te echa en cara tu actitud como espectador ante el arte, pero establece un juego que va más allá de la rotura ocasional de la cuarta pared. Hay que reconocerle a Iñárritu que, a pesar de que a la película se le notan las pretensiones de trascender, respeta la inteligencia del espectador. Y eso, por desgracia, es algo que hoy en día no se prodiga demasiado.
Título Original: Birdman or (The Unexpected Virtue of the Ignorance)
País: Estados Unidos (2014)
Género: Fantasía, aventuras, acción
Dirección: Alejandro González Iñárritu
Intérpretes: Michael Keaton, Edward Norton, Naomi Watts, Zach Galifianakis, Emma Stone, Andrea Riseborough, Amy Ryan, Merritt Wever
Guión: Alejandro González Iñárritu, Nicolás Giacobone, Alexander Dinelaris, Armando Bo
Música: Antonio Sánchez
Fotografía: Emmanuel Lubezki
Duración: 118 min.