Si has entrado aquí buscando que alguien piense por ti, no sigas leyendo. Si es para forjarte tu propia opinión, adelante. El 3+2 –la propuesta impulsada por el Gobierno hace pocas semanas para que las universidades ofrezcan grados de tres años- ha levantado mucho polvo en todas direcciones. Es un modelo que funciona en la mayoría de países de Europa: grados de tres años complementados con másteres de dos. Lo que antes era una idea que flotaba por ahí ya es una realidad: el Real Decreto 43/2015 autoriza la implantación de este tipo de grados, pero deja a la libertad de cada universidad el llevarlo a cabo o no. ¿Una medida buena o mala para los estudiantes? Ahí van 4 asaltos:
Primer asalto: ¿Es más barato?
- A favor (1)
Eso dice el ministro de Educación. Desde el ministerio estiman que el ahorro para las familias sería en total de unos 150.000 euros. ¿La razón? Por una resta sencilla: tres años de grado son menos que cuatro. Si bien es cierto que el precio del crédito es más caro en un máster que en un grado, actualmente solo el 8,2% de los estudiantes universitarios dan el paso de máster a grado al terminar la carrera. Además, ya se han levantado algunas voces –como la de la Generalitat de Cataluña– que proponen rebajar el precio del primer año de máster y equipararlo al del cuarto año de grado, con lo que 3+2 y 4+1 costarían lo mismo.
- En contra (2)
Por el contrario, hay quien argumenta que a las promesas hechas en año electoral hay que hacerles el caso justo. Lo cierto es que, con los datos actuales en la mano, un 3+2 es más caro que un 4+1. ¿Por qué? Yendo al texto del Real Decreto, se puede leer que lo que se valorará es “que las propuestas de las Universidades primen los contenidos generalistas y de formación básica en los planes de estudios de títulos de Grado y los contenidos especializados en los planes de estudios de títulos de Máster”.
Esto significa que los grados de tres años implican –como de hecho es una realidad en países 3+2 como Alemania, con un 90% de estudiantes que pasan de grado a máster- un pack grado/máster de facto. Con los precios por crédito actuales, señalan los detractores de la medida, la enseñanza puede llegar a aumentar entre 1.000 y 2.000 euros –en concreto, 1.980 en Cataluña y 2.100 en Madrid.
Segundo asalto: En Europa lo hacen así
- A favor (3)
Y el plan Bolonia está hecho para equipararnos a la Unión Europea. Atendiendo a los datos, solo hay 8 países europeos que actualmente tengan un modelo 100% 4+1 como España: Armenia, Chipre, Georgia, Grecia, Kazajstán, Turquía, Rusia y Ucrania. Los defensores del 3+2 insisten en que nuestros referentes no deberían ser estos países, sino Francia, Bélgica o Alemania, que gozan de un sistema mixto –en el que conviven el 3+2 y el 4+1- como el que se quiere implantar en España. Así, dicen, se solucionarían problemas con la homologación de títulos o el cuadrar los Erasmus. También se facilitaría el estudiar el grado en España y el máster en cualquier otro país de la UE, o viceversa.
- En contra (4)
Pretender implantar un 3+2 para parecernos a Europa es, según los detractores del modelo, empezar la casa por el tejado. Hay una razón por la que fuera de España no hay debate entre 3+2 o 4+1: en los países que se quieren tomar como modelo -Francia o Bélgica, por ejemplo- la educación universitaria suele ser gratuita, tanto en grado como en máster. No podemos pretender, dicen, enganchar a la fuerza una estructura para la que España no está preparada y que podría suponer que aquellas familias con menos recursos no pudieran acceder al máster por el sobrecoste que supone.
Tercer asalto: ¿Diversidad o desigualdad?
- En contra (5)
Siguiendo la línea argumental, si el máster más barato es más caro que lo asumible por alguien con pocos recursos, ¿la educación está siendo pública? Así lo plantean los detractores del 3+2, que además de esta desigualdad social en el acceso a la universidad, señalan que supone un caos a nivel organizativo: si los grados 3+2 son de aplicación voluntaria de las universidades, ¿cómo regular las carreras y los másteres, añadiendo además a los estudiantes de licenciatura del plan anterior a Bolonia?
- A favor (6)
Donde los detractores ven caos, los que están a favor señalan que la diversidad se traduce en más libertad para el estudiante. Como no se obliga a convertir los grados de cuatro años en grados de tres, cada universidad tiene libertad para hacer lo que crea mejor –y por tanto cada estudiante, para elegir lo que crea mejor-. Además de que, según apuntan, en Europa llevan años con este sistema y no se ha generado caos, sino lo contrario. Señalan además que un grado de tres años no obliga a un máster de dos, sino que se abre un abanico de opciones: 3+2, 3+1, 3+1+1, 4+1, 4+2… Todo en función de las necesidades específicas del estudiante.
Cuarto asalto: Últimas consideraciones
- A favor (7)
Igual que tres años son menos que cuatro, dos son más que uno, y por eso este sistema permite en principio una mayor especialización de los estudiantes. Si tenemos en cuenta que el mercado laboral cada vez tiende más a buscar perfiles especializados, la oferta de dos años estudiando lo que a uno realmente le interesa suena tentadora. Además, este modelo permite la creación de grados pensados específicamente para los tres años –como han propuesto ya para el curso 2015-16 universidades como la Pompeu Fabra– o la integración de contenidos generalistas de varios grados en uno solo, como la propuesta de unir los tres primeros años de Comunicación, Periodismo y Publicidad.
- En contra (8)
Dos últimos argumentos que esgrimen los detractores del 3+2 son el de la precipitación y el del inglés. El primero se basa en decir que es una reforma que llega en mal momento, cuando los resultados del plan Bolonia aún no han podido evaluarse y ver si realmente está yendo bien o está fallando, puesto que la primera generación que se graduó por Bolonia es la del año pasado. Por otro lado, relacionado con la europeización que se supone, se apunta que para esto el nivel de inglés de los españoles debería estar a la altura, y los resultados, dicen, indican que no es así.
Cuatro asaltos, ocho intercambios de golpes. ¿El ganador? Si el modelo 3+2 es bueno o no lo decides tú.